sábado, 24 de marzo de 2012



LA ACTIVIDAD ANGELICAL. SEGADORES DE TU COSECHA

OTONIEL FONT

Es necesario que entendamos que nuestro cuerpo es el medio que Dios puede usar para ejercer autoridad y dominio en esta tierra.

En segundo lugar, es necesario que entiendas que tu cuerpo refleja la imagen

Tú no estás atado por una mezcla de cromosomas. No estás limitado por tus genes, ni por lo que el médico ha dicho. Tú puedes prosperar porque tu cuerpo es libre de toda maldición.

Jesús no fue castigado con treinta y nueve azotes para dejarte de la misma manera, el no cargó una cruz para que tú mueras como cualquier mortal

Tú no eres víctima de los genes, tampoco eres víctima del tiempo.

Se va a liberar en tu vida el deseo de llevarte el mundo de frente. Ahora es que necesitas pasión para prosperar, ahora que tu vida está en orden, ahora que has pasado todo lo que has pasado. Tienes fuerza para entrar y tienes fuerza para salir. Levántate y conquista. La tierra que pisaste, la tierra por la que caminaste será tuya.

Esta es tu mejor temporada. Tu tiempo no ha pasado, Dios va a despertar sueños otra vez. Habrá cosas que se quedarán atrás, pero las promesas de Dios que te han sostenido se van a cumplir. Dios te va a dar fuerza para entrar y te va a dar fuerza para salir.

Viene un tiempo nuevo, no te quedes en el desierto.

Donde nadie tiene, tú vas a tener; donde nadie ha prosperado, tú vas a prosperar. La fuerza de Dios está sobre tu vida, su habilidad, su poder, su vitalidad.

Tú eres libre de los genes. Tú eres libre del tiempo. La promesa de Dios está vigente, la promesa de Dios es real.

Las circunstancias no acaban contigo, no terminan contigo, eres libre de las circunstancias. Tienes las mismas fuerzas que cuando joven. Estás sano.

Es tiempo nuevo, tiempo para conquistar otra vez. El pasado a Dios no le importa. Sueña otra vez, créele a Dios, agárrate de sus promesas, deja que él cambie tu vida. Deja que él lo haga, y verás los resultados. No va a ser fácil. No es que no vayas a pasar desierto, es que – como Caleb – no vas a morir en el desierto.

El sueño de Dios se va a cumplir. Créelo. Créele a Dios, dale toda tu vida, sírvele como un loco. Y tú vas a ver lo que Dios va a hacer.

En nuestra iglesia estamos creyendo que este año vamos a ver y hacer cosas grandes, pero para esto tenemos que conectarnos con el poder sobrenatural de Dios. La maldición llega a la tierra por consecuencia de que el hombre se desconecta de Dios. Para transformar la maldición de la tierra tenemos que conectarnos con el poder de Dios.

En Génesis 4, vemos que la maldición de Caín consistía en que la tierra no le devolvería su fuerza, y sería errante y extranjero. Todo esto, por causa de su conciencia, una conciencia que era producto de sus malas decisiones.

Cuando Caín se desconecta pierde el Koach o la fuerza. Esta fuerza va dirigida a cinco áreas específicas: la fuerza humana, la fuerza angelical, la fuerza de Dios, la fuerza de los recursos, y la fuerza de la tierra.

Todo aquel que logre conectarse nuevamente con Dios experimentará el poder de estas cinco fuerzas en su vida.

Caín, por causa de su conciencia se desconecta de esa fuerza y llega maldición a su vida. Si logras cambiar la conciencia de Caín en tu vida, si logras cambiar esos pensamientos, te conectas con la fuerza de Dios.

Dios quiere liberarte de los límites físicos que el mundo ha querido imponerte. Una persona enferma no puede trabajar, por eso Dios te quiere liberar. La fuerza de Dios se va a insertar en ti, vas a ser sano, vas a ser liberado de tu propio ADN, y vas a ver la mano poderosa de Dios cambiar toda tu vida.

Es un tiempo nuevo, tiempo de ver y hacer cosas muy grandes. Tienes que salir del miedo a morir.

La fuerza de Dios se va a liberar en tu vida, serás liberado de límites físicos, y vas a alcanzar lo que Dios tiene para tu vida.

El segundo Koach es la fuerza angelical. Si queremos alcanzar grandes cosas en nuestra vida, tenemos que creer y liberar la fuerza o el Koach angelical.

En Colosenses 2:18, Pablo hace una aclaración con relación a los ángeles. Y es que, a través de los tiempos, se ha malinterpretado lo que es el poder angelical, y hay gente que en vez de desatar el poder angelical en favor de ellos, lo que hacen es adorar a los ángeles.

No se trata de adorar a los ángeles, sino de entender lo que son, para qué están y cuál es el beneficio para nosotros.

En la biblia, creían en los ángeles, pero los tenían en la posición correcta.

En una ocasión, Dios liberta a Pedro de la cárcel, y Pedro va a un culto de oración en una casa en la que estaban orando por él. Una jovencita le abre, lo ve, y va adentro a decirle a los demás que Pedro estaba a la puerta. Y le dijeron que no podía ser Pedro, que era más bien su ángel, el ángel de Pedro. Estas personas no dejaron su culto de oración a Dios al pensar que había un ángel a la puerta.

Muchos cristianos hoy correrían a buscar el ángel. Si bien es cierto que no era un ángel, sino que realmente era Pedro, ese no es el punto, sino que aún creyendo que había un ángel a la puerta de la casa, no dejaron su culto de adoración a Dios por ir tras el ángel. No se dejaron mover por la aparición o posible aparición de un ángel, porque un ángel no las movía a dejar aquello en lo que habían creído.

A través de toda la palabra de Dios vemos apariciones de ángeles en momentos muy importantes en la vida de los hombres.

Cuando Jacob estaba en un momento de tristeza, de depresión, huyendo, corriendo, se acostó usando una piedra por cabecera, y tuvo un sueño en el que vio una escalera por la que ángeles subían y bajaban – no bajaban y subían, sino que subían y bajaban. Esos ángeles estaban llevando las peticiones de Jacob delante de la presencia de Dios, y bajaban por la misma escalera. Esa visión le da la fuerza a Jacob para seguir hacia adelante.

En el libro de Daniel, capítulo 10, en medio de un ayuno, un ángel se le aparece a Daniel y le dice que el ángel Miguel está peleando una batalla y que él estaba allí para darle fortaleza y decirle que la palabra se va a cumplir. En otras palabras, el ángel le estaba diciendo que el cielo completo estaba peleando por él.

Quizás Dios te ha dado una palabra y te has desanimado porque estás viendo las circunstancias, las dificultades, pero no te has dado cuenta que desde el día en que Dios te dio la palabra, él movió todas las huestes angelicales para pelear en favor tuyo. Y no mandaron a cualquier angelito, mandaron a la mano derecha de Dios, el ángel Miguel, a pelear tu batalla.

No seas un cristiano inmaduro. Que hoy hayas orado y ayunado medio día, no quiere decir que mañana vas a tener la respuesta. Los maduros sabemos que a veces Dios tiene que mover cielo y tierra para provocar todo lo que él nos ha prometido, pero que el cielo completo está trabajando en favor nuestro.

Dice en Hebreos 1. 14que los ángeles son ministradores, servidores de aquellos que han heredado la salvación.( ¿No son todos espíritus ministradores,enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?)

Pablo hace esta aclaración porque hay quienes han elevado a los ángeles a un nivel que no es el que les corresponde, no es el correcto. ¿A qué ángel Dios sentó a su diestra? A ninguno. ¿A quién Dios sentó a su diestra? A Cristo, y a nosotros. Así que si ningún ángel ha subido a la diestra de Dios, los ángeles están por debajo de nosotros. Los ángeles son espíritus ministradores, están a nuestro servicio, no trayendo palabras de aliento, sino trabajando por ti.

Algunos se preguntan por qué están tan cansados, y es que tienen a sus ángeles de vacaciones. Estás haciendo fuerza de más, porque tus ángeles están de vacaciones, o le estás dando las instrucciones incorrectas. Hay un trabajo que se supone que ellos estén haciendo, y que tú no estés haciendo.

Salmos 103:20 dice que los ángeles ejecutan la palabra de Dios, obedeciendo la voz de su precepto.

Hay muchos aparatos hoy día que funcionan activándose con nuestra voz. El mundo ha descubierto lo que nosotros deberíamos saber hace mucho tiempo. El mundo se mueve por la voz.

Los ángeles son activados por voz.

La voz de Dios en el mundo somos nosotros. Nosotros somos los que tenemos que ponerle voz a la palabra, y los ángeles están esperando que alguien le ponga voz a la palabra, para ellos comenzar a actuar, para comenzar a moverse. Lo que pasa es que tú tienes que creerlo.

Los ángeles están esperando que tú abras tu boca y comiences a ponerle voz a la palabra que Dios te ha dicho, que los mandes a buscar a tus hijos, a buscar clientes, contratos, respuesta para tu vida.

El cielo se mueve en favor tuyo, cuando le pones tu voz a la palabra de Dios.

Nosotros estamos por encima de los ángeles. Ellos están para ministrarnos, para servirnos, y son activados con la palabra. Si tú permaneces callado, los ángeles no se mueven, no se activan. Tienes que comenzar a hablar, y ponerle voz a la palabra. Tienes que dejar de usar los ángeles para tonterías.

Lo que pasa es que se nos hace difícil creerlo porque no lo podemos entender, pero no se trata de entenderlo, sino de creerlo. Se trata de ponerle voz a la palabra.

En Mateo 13:24 en adelante, Jesús narra la parábola del trigo y la cizaña. Un hombre sembró buena semilla, y un enemigo sembró cizaña entre el trigo. Cuando los siervos de aquel hombre notaron la cizaña, propusieron arrancarla.

Los siervos pensaban en arrancar. Pero arrancando cosas puedes sacar lo malo y lo bueno al mismo tiempo.

Aquel hombre les dijo que no lo hicieran, que no arrancaran la cizaña, no fuera a ser que arrancaran también el trigo. Dijo, además, que él diría a los segadores que recogieran primero la cizaña, y luego el trigo.

La diferencia entre un siervo y un segador es que el siervo ve la cizaña, mientras que el segador ve el trigo.

Hay gente experta viendo lo malo. Pero Dios tiene gente experta, lista para ver la cosecha.

Hay áreas en tu vida en las que te has dormido, y has permitido que siembren cizaña. Pero no podemos permitirle a los siervos que arranquen la cizaña. Hay que detenerlos, que no arranquen todo, porque no todo está mal. Busca a los segadores, y los segadores van a segar el trigo.

Los segadores son gente que tiene consciencia de cosecha.

Más adelante, en ese mismo capítulo 13 del libro de Mateo, Jesús explica la parábola de la cizaña y el trigo a sus discípulos. Y en el verso 39, Jesús claramente establece que los segadores son los ángeles.

¿Qué es lo que están esperando los ángeles? Que se pare alguien y los mande, no a arrancar, porque tú no sacas nada con arrancar. Los ángeles están esperando que tú los mandes a buscar la cosecha de la semilla que tú has sembrado.

Los ángeles lo que están enfocados es en cosecha. Por eso es que no puedes estar mandando ángeles a pelear con los enemigos. Nuestra batalla no es contra carne ni sangre.

¿Por qué aparecieron ángeles a la tumba de Cristo? Porque fueron a buscar la cosecha. ¿Por qué se pararon frente aquella tumba? Para que no se dañara la cosecha.

El enemigo tentó a Cristo diciéndole que, si era el Hijo de Dios, se lanzara y les dijera a los ángeles que lo cogieran. Pero Jesús sabía que los ángeles no estaban para eso.

Cristo pudo haber mandado a buscar los ángeles que lo bajaran de la Cruz, pero no los necesitaba para eso, sino que cuando la cosecha está lista al tercer día, allí aparecen los ángeles para llevar la cosecha delante del Dios Padre.

Probablemente estás desesperado porque has sembrado y has sembrado y no has visto fruto. Pero no has visto fruto porque estás tratando de cosechar, cuando a los que tú tienes que mandar a que cosechen es a la gente que es experta en buscar la cosecha en medio de la cizaña, y esos son los ángeles que Dios tiene en favor tuyo.

No hay semilla que tú hayas sembrado que en el día de hoy tú no puedas mandar, con la autoridad que Dios te ha dado, a esos ángeles que vayan a buscar esa cosecha.

Cristo no mandó a buscar ángeles para que lo bajaran de la cruz, pero tan pronto fue depositado en aquella tierra, aparecieron los ángeles para proteger la cosecha, porque la promesa era que al tercer día iba a resucitar. Los ángeles aparecieron para sacar la cosecha de aquel lugar.

Tú has sembrado cosas buenas, y has visto cizaña con el trigo, pero ten paciencia. Deja que crezca. Olvídate de los que quieren arrancar y comienza a ordenar a los expertos en cosecha. Activa tus ángeles. Activa tu voz. Los ángeles van a comenzar a buscar la cosecha de la semilla que tú has sembrado.

Los ángeles no tienen problema con meterse en la tumba y bajar al mismo infierno. Esa cosecha se va a levantar. La cosecha viene para tu vida.

El que sembró la semilla no fue a cosechar. Los servidores lo que querían era arrancar. Porque se trata de dejárselo a los expertos en cosecha, los que están concentrados en cosecha, los que no les molesta ver el trigo en medio de la cizaña.

Oprime aquí para acceder la Declaración del Koach o Fuerza Angelical

DECLARACIÓN DE FE: FUERZA ANGELICAL

¡Padre, vengo delante de ti, mi Señor, en el nombre de Jesús, invocando el Poder de Dios en mi vida! Declaro que se activa en mi vida la Fuerza angelical y ellos trabajan a mi favor.

Declaro que se activa la fuerza angelical en mi vida. Se desata en esta hora a favor de mi empresa, de mis hijos, de mis finanzas. Creo que en esta hora ángeles ministradores son activados. En este día, UTILIZO y ACTIVO mis ángeles para sus funciones de trabajar a mi favor. Declaro por fe que hoy me traes ángeles en forma de hombres para que me den de comer, me den provisión. Gracias porque traes a mí las personas a las que tú has ordenado para que me protejan y bendigan a mí y a mi familia y todo lo que has puesto en mi mano, conforme a la voz de tu precepto. Gracias porque los veo subir y bajar sobre mí. Los ángeles son mis segadores y traen ahora la bendición de Dios para mi vida.

Activo y envío en esta hora los ángeles y ellos actúan al sonido de mi voz. Creo en esta hora que tus ángeles traen mis finanzas del norte, del sur, del este y del oeste. Ellos en esta hora hacen su trabajo y ministran  mi vida conforme al pacto y la gracia de Dios en mí.

Me pongo de acuerdo con la instrucción divina para que ellos sean los segadores que traerán mi cosecha. Los activo con la voz y en tu Palabra les ordeno hoy que se activen para traer mi cosecha, ahora. Cancelo la tentación de hacer las cosas por mis fuerzas. No opero bajo arranques, sino que actúo conforme a la orden divina. Gracias porque vivo con una conciencia de cosecha. Activo por tu Espíritu a mis ángeles para que trabajen para traer mi cosecha. En el nombre de Jesús, le ordeno a mis segadores que traigan mi semilla y los ejercito a mi favor para que traigan mi cosecha. Declaro que mi cosecha está lista y ellos me la traen. Reclamo el fruto de mi cosecha y envío a mis ángeles, expertos diseñados por Dios para esa función. Los envío en la autoridad divina y en el nombre de Jesús creo y declaro que ellos protegen mi cosecha.

Gracias porque se activa en mi vida un nuevo tiempo de fe y el mundo espiritual a mi favor.

¡Ángeles, vayan y traigan la cosecha de toda semilla que he sembrado! Decreto que en paciencia espero por los ángeles que cosechan el fruto de mi semilla. En el nombre de Jesús, trabajen a mi favor. Declaro que ustedes oyen mi voz y la orden clara de traer mi bendición por causa de la semilla. Tomo mi lugar y no arranco mi cosecha, sino que mando los expertos en cosecha. Declaro que no me incomoda ver el trigo en medio de la cizaña. Me olvido de todo aquello que me puede dañar. Me concentró en el trigo que estoy cosechando. ¡Gracias, mi Dios, porque vivo con una conciencia de cosecha! Activo mis ángeles y creo que son enviados para recoger la cosecha de todo lo que he sembrado. Escolten a mis hijos, protejan a mi familia, envío un ángel detrás que persiga a mi familia y se le aparezca y los perturbe hasta que cedan y se rindan a Dios. Me activo en fe y en la autoridad que Dios me ha dado, activando las legiones de ángeles que han sido asignadas a mi favor y son activados en esta hora por tu palabra. Les ordeno: ángeles, traigan la cosecha a favor de mis finanzas y de mi salud. De toda semilla sembrada declaro que recibo la cosecha. Me libero y activo mi boca a ordenar y a creer por la fuerza angelical en mi vida.
Ángeles, Vayan y tráiganme los contratos, la salud, las finanzas, los documentos. Tráiganme esa liberación financiera. Ordenamos a los ángeles que comiencen a trabajar a favor de tu pueblo, llamando milagros de provisión, de sanidad y de finanzas sobrenaturales. Milagros de aumento y promoción. Milagros de liberación, milagros de paz, milagros de victoria sobre las circunstancias. Declaro que se activa el tiempo a favor de la bendición de los hijos de Dios. Declaro que se activan milagros de favor y gracia sobre mí, sobre mis hijos y sobre mi familia, en el nombre de Jesús. Decreto un tiempo nuevo con la fuerza angelical desatada a mi favor. Creo que en el nombre de Jesús veo los ángeles ir con mis órdenes y venir con la cosecha en la mano. Declaro que en esta semana viene comida del cielo y milagros de cosecha sobrenatural. Declaro que yo quiero mi cosecha este año. Declaro que este año es el año de mi cosecha. Se libera el Koach angelical de Dios en todas las áreas de mi vida.

¡Gracias, Señor, por esa fuerza espiritual del Koach de Dios en mi vida! El paso del tiempo no detiene el poder de Dios en mí. Lo recibo hoy. Me equipo con tus fuerzas y se activan los ángeles que me han sido asignados para que trabajen a mi favor hoy. ¡Gracias, Señor, porque Tú eres el Todopoderoso y Tú te glorificas de forma sobrenatural! En fe creo que el tiempo no limita el poder de Dios en mi vida.

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